El hombre de acero Man of Steel (2013)
Después de una década de éxitos de adaptaciones Marvel al cine, los cómics DC solo han saboreado el éxito con el Batman de Nolan. Y mientras los aficionados al cine esperamos el reboot de Superman, el primer superhéroe en triunfar en la gran pantalla. De aquello hace mucho. Aquella película de 1978 marcó una época, una generación y sin duda mi infancia, nos hizo soñar con volar. Pero hoy día la audiencia no es tan ingenua, por eso para la labor de hacer un Superman más posible, más actual, se recurre a los que hicieron lo propio con Batman, Christopher Nolan y David S. Goyer. Finalmente con “El hombre de acero” consiguen su objetivo en cierta manera, posponiendo algunos problemas que podrían presentarse en este sentido, además elaborando un guión complejo que trata muchos temas como la moral kriptoniana o la controvertida psique de Superman. Dotar de esa profundidad a un personaje como Superman a algunos les ha parecido ridículo, pero tan solo el intentarlo ya es admirable.
Pero aunque esos temas estan ahí, el tratamiento que se les da no es el idoneo. Según lo veo, la culpa de esto es la poca conjunción entre guionistas y director. A Zack Snyder le llega la película en su peor momento, después que la calidad de su filmografía haya ido cayendo película a película. Actualmente diría que este director solo se esfuerza en las escenas en las que hay efectos especiales, en las que por cierto cada vez lo hace peor, las demás simplemente las rueda sin pasión. Un ejemplo de esa mala conjunción es una novedad de “Man of Steel” con respecto a las anteriores adaptaciones, explorar la parte del universo Superman menos popular, más mitología y menos iconografía, es decir más Kal-El y menos Clark Kent. Eso marca uno de los aspectos clave llamados a dotar de mayor complejidad a la película y que como ya he dicho no se han trasmitido del todo bien. Es decir, el personaje de Superman se debate entre su naturaleza kriptoniana y su hogar, la Tierra, entre su padre biológico y su padre adoptivo. Pero el papel de Kevin Costner es casi testimonial, como casi todo humano de la película, y tan solo se le permite aparecer en contados flashbacks. Esto guía el ritmo de la película, pero de una manera poco balanceada. Y la balanza cae del lado extraterrestre, consiguiendo dar ese aire de misticismo tanto en escenas como en diálogos. Aparte de esto, las referencias bíblicas son el aspecto más relevante de “Man of Steel”. Las lecturas que se pueden hacer en este sentido son múltiples y son lo mejor de la película, aunque seguramente yo haya llegado a ver más de las que hay.
Y para terminar las escenas de acción. En ellas Zack Snyder aparca las tonterías que le han escrito los guionistas y saca toda la artillería digital en una escena que desgraciadamente me recordó a “Matrix Revolutions”. Fue en ella, durante un fugaz fotograma, viendo el verdadero rostro de Superman, el de Christopher Reeve, cuando recordé que aunque tenga que verla con los ingenuos ojos de un niño sigo prefiriendo volar con el “Superman” de Richard Donner.
Director: Zack Snyder Guión: David S. Goyer, Christopher Nolan Música: Hans Zimmer, Junkie XL Fotografía: Amir Mokri Intérpretes: Henry Cavill, Amy Adams, Russell Crowe, Michael Shannon, Kevin Costner, Laurence Fishburne, Diane Lane, Ayelet Zurer, Christopher Meloni, Richard Schiff, Antje Traue, Jadin Gould, Tahmoh Penikett, Michael Kelly, Dylan Sprayberry, Harry Lennix
Estados Unidos | 2013 | 143 minutos | Acción | Ciencia ficción | Drama | Fantástico | Superhéroes | Cómic | DC Comics | 3-D |