Bohemian Rhapsody (2018)
Una producción llena de trabas no ha impedido que “Bohemian Rhapsody” se haya convertido en un éxito y vuelva a poner de moda los temas de la mítica banda. Pero aparte de esos temas musicales, ¿Dónde están los méritos de la película? Personalmente me cuesta verlos. Sin entrar a comentar el ridículo Oscar al montaje, podemos empezar por la síntesis de acontecimientos de los que hace gala el guión, que provoca que muchas escenas queden completamente irreales.
Continuemos con su protagonista, Rami Malek, al que le falta la fuerza de Mercury, como si estuviera enfermo durante toda la película. Comentario aparte para su caracterización. Una cara tan peculiar como la del actor, sumada a la dentadura postiza hace que estemos ante un esperpento de disfraz, muy creepy. De hecho a todo el reparto le pasa lo mismo, con esas pelucas y trajes de carnaval. Pese a todas estas características de producción barata, la historia se entona y como si se tratara de una telenovela, el drama termina convenciendo. Aunque sea de forma caricaturesca, en la película conoceremos las debilidades en su vida personal de un intérprete gigante sobre los escenarios.
Director: Bryan Singer Guión: Anthony McCarten, Peter Morgan Música: John Ottman, Queen Fotografía: Newton Thomas Sigel Intérpretes: Rami Malek, Joseph Mazzello, Ben Hardy, Gwilym Lee, Lucy Boynton, Aidan Gillen, Tom Hollander, Mike Myers, Allen Leech, Aaron McCusker, Jess Radomska, Max Bennett, Michelle Duncan, Ace Bhatti, Charlotte Sharland, Ian Jareth Williamson, Dickie Beau, Jesús Gallo, Jessie Vinning
Reino Unido | 2018 | 134 minutos | Drama | Biográfico | Música | Años 70 | Años 80 | Homosexualidad | SIDA |