Saw (2004)
A mediados de la década de los 2000 el cine de terror pasaba por un mal momento. Pero en medio de repeticiones sistemáticas de las viejas fórmulas de sagas decrépitas, aparece un nuevo maestro del terror, James Wan. Extendiendo su cortometraje del mismo título, “Saw” pone en escena un juego macabro ideado por una mente perturbada. Es cierto que posteriormente, a través de las sucesivas secuelas, la franquicia “Saw” se ha desarrollado en un terreno casi exclusivamente gore. Pero en cambio esta entrega original es apenas explícita, apostando principalmente por el terror psicológico. Por eso yo sin duda me quedo con todo lo que pasa en la habitación en la que se desarrolla el juego, por ser lo que transmite más angustia a la psique del espectador. Las escenas fuera de ella, esas que son de cine más tradicional, pueden entenderse hasta como un añadido innecesario para darle entidad de película. La máxima expresión de lo que significa “Saw” realmente, su gran genialidad, es sin duda esa impactante escena final, en la que se revela que también estaba jugando con el espectador.
Director: James Wan Guión: Leigh Whannell, James Wan Música: Charlie Clouser Fotografía: David A. Armstrong Intérpretes: Cary Elwes, Leigh Whannell, Danny Glover, Monica Potter, Dina Meyer, Tobin Bell, Shawnee Smith, Ken Leung, Alexandra Bokyun Chun, Michael Emerson, Makenzie Vega, Mike Butters, Paul Gutrecht, Benito Martinez
Estados Unidos | 2004 | 100 minutos | Intriga | Terror | Thriller | Gore | Asesinos en serie | Secuestros y Desapariciones | Escenario único | Película de culto |