Robin Hood (2010)
Dicen que la ola de remakes y adaptaciones demuestra que en Hollywood están faltos de ideas. Este Robin Hood, de Ridley Scott y Russell Crowe, como será recordado para la posteridad, viene a demostrar que existen buenos guiones pero que necesitan de un titulo reconocible por el público como reclamo para llenar las salas. Cuando se sienten en la sala de cine para ver este film no esperen aventuras de bandidos, ni huidas en castillos, con cuerdas, saltos y piruetas. “Robin Hood” es una reinvención en toda regla del Robin de toda la vida. Es una película épica, de esas que duran más de dos horas y cuentan con multitud de extras en batallas masivas, con caballos, armaduras y todo eso. Por cierto la escenografía y el vestuario son excelentes, y demuestran que estamos ante una producción de altura. El profundo cambio ha llevado a algunos personajes a casi desaparecer y a otros a tomar un mayor protagonismo. Se agradece que el nuevo argumento esté muy bien trabajado y no solo sea una escusa para mostrar batallas. Además, la mano de Scott se nota en las inspiradoras imágenes en los momentos claves. No voy a negarlo, soy un fan de Scott, hasta sus mayores pestiños me gustan, y esta, su última obra, tampoco está exenta de fallos, sobre todo el acelerado tramo final y su larga duración, que hacen que la tensión atenúe en algunos tramos. En resumen, una sorprendente y arriesgada nueva visión, que sin llegar a ser una película excelente, entretiene de sobra.
Director: Ridley Scott Guión: Brian Helgeland, Ethan Reiff, Cyrus Voris Música: Marc Streitenfeld Fotografía: John Mathieson Intérpretes: Russell Crowe, Cate Blanchett, Max von Sydow, William Hurt, Mark Strong, Oscar Isaac, Danny Huston, Eileen Atkins, Mark Addy, Matthew Macfadyen, Kevin Durand, Scott Grimes, Alan Doyle, Douglas Hodge, Léa Seydoux
Estados Unidos | 2010 | 140 minutos | Aventuras | Acción | Siglo XIII | Edad Media | Capa y espada | Cine épico |