Mass Effect 3 (2012)

Mass Effect 3 (2012)

Tras más de 12 años reposando en el disco duro de mi difunta Xbox 360, por fin me he decidido a rescatar la partida finalizada del segundo “Mass Effect” y continuar las aventuras de mi Shepard en esta tercera parte. Lo que he encontrado es la batalla definitiva contra los Segadores, que amenazan con acabar con todas las civilizaciones de la galaxia para dar comienzo a un nuevo ciclo.

Uno de los grandes alicientes del argumento, y de ahí que fuese tan importante continuar mi propia partida, es que las decisiones que tomamos en la primera y segunda entrega influyen de forma determinante en el comienzo y transcurso de este episodio final. Como el comandante Shepard tendremos que reclutar a todas las fuerzas intergalácticas para que nos apoyen en esta guerra, buscando alianzas complicadas, con la ayuda de viejos conocidos y nuevos personajes. Me sigue asombrando el lore tan extraordinario sobre el que se asienta el argumento de la trilogía “Mass Effect”, y que salpica las conversaciones. Puede leerse más sobre él en el extenso códice que encontramos en el juego, que puede colmar a los más inquietos pero también aburrir al resto.

En cuanto al argumento en sí, como cabría esperar, encontramos un final épico. Aunque, con los Segadores como un ente tan inhumano, todo el peso de ser el malo de la función recae sobre el Hombre Ilusorio, que aparece tan poquito que no aporta el suficiente carisma. Tampoco considero al Comandante Shepard como un gran protagonista para esta historia. Su fría rectitud, ya sea por los caminos de virtud o rebeldía, no ayudan para empatizar con él. Y ya que hablamos de virtud y rebeldía, esos son los dos únicos caminos que nos deja este juego para rolear y decidir. Sin grises intermedios, sin dudas morales, nuestra única posibilidad es tomar siempre las decisiones de un solo camino, o mover a nuestro personaje de extremo a extremo como si tuviera serios trastornos de la personalidad.

Y es que, si hablamos de rol, y aunque siempre se ha considerado a esta saga perteneciente a ese género, cada nueva entrega ha ido aligerando la jugabilidad en ese sentido, y ya aquí queda poquito de eso. Como ya ocurriera antes, aquí la dinámica de juego nos lleva a buscar conversación con los NPCs que encontramos en las pocas estancias de nuestra nave y en las poquitas zonas de la ciudadela, para luego buscar por el mapa de la galaxia el lugar al que podemos ir a cumplir misiones. Así una y otra vez, sin ninguna variación iremos repitiendo ese paseito buscando nuevas conversaciones, y nuevas misiones.

Las misiones en concreto no destacan especialmente por ofrecer libertad, ni premiar la exploración, ni por la amplitud de los escenarios. O bien se desarrollan en fases largas aunque muy lineales, o en alguna zona de combate muy recogida que parece más propias de un deathmatch. Como shooter, encontramos un juego con un control simplemente correcto, y que jugablemente cumple lo justito. Las misiones tienen un desarrollo plano y monótono. Simplemente tendremos avanzar por pasillos bastante genéricos y acotados artificialmente, hasta la siguiente zona de combate, que destacará a la legua por tener elementos en los que parapetarnos, y eliminar a todos los enemigos que nos aparezcan, disparando y cubriéndonos para recargar nuestro escudo. Tendremos a nuestra disposición algunos poderes, pero su uso es accesorio, y varias armas con distintas características, aunque yo he probado en mi partida que da igual la situación, se puede pasar todo el juego usando únicamente una de las armas con las que comenzamos.

En estas misiones siempre iremos acompañados de dos aliados que podremos escoger entre el pequeño grupo de personajes que reclutaremos durante la aventura, que en esta ocasiones es bastante más pequeño que en la segunda entrega. Durante la acción podremos darles órdenes simples a nuestros compañeros, pero desgraciadamente se trata de algo opcional que no es necesario hacer. Porque, siento decirlo, pero por muchas opciones estratégicas que haya, aquí lo que prima es la puntería. Por terminar de criticar todas las opciones extras que este juego de acción pueda tener, la gestión del equipo y las subidas de nivel, apenas afectan a nuestra forma de jugar, y además son automatizables. Es irritante como se han infrautilizado todos esos sistemas que podrían añadir cierta complejidad al juego, y lo poco desafiante que resulta. Olvídense de buscar sinergias o algo por el estilo, aquí solo importa buscar un buen lugar en el que cubrirse y descargar nuestra arma sobre todo lo que se nos acerque.

En el mapa de la galaxia también contamos con minijuego para buscar recursos escaneando planetas. No es un minijuego especialmente atractivo, pero al menos es más ligero que la pesada y repetitiva exploración con vehículos de la segunda entrega

Aun con todos sus defectos, “Mass Effect 3” tiene un acabado extraordinario en lo gráfico. El juego vuelve a utilizar el motor Unreal Engine en su tercera versión para continuar siendo atractivo visualmente, muy consistente, y creo que recrea esa atmósfera futurista a la perfección. En las zonas cerradas es donde el juego consigue una ambientación extraordinaria, como la ciudadela por ejemplo, aunque al final los elementos interactuables sean realmente muy escasos. Solo en las zonas abiertas se muestra un acabado gráfico más humilde. En las vistosas y cinematográficas escenas de conversación, la representación de los personajes es también portentosa para una máquina como la Xbox 360. Solo le encuentro defectos a la robótica animación facial, y al acabado de los personajes humanos más secundarios.

Este es el último capítulo y el final de una historia épica, que sin embargo está muy lejos de ser igual de épica en lo jugable. Hace años vi al primer “Mass Effect” como un juego adelantado a su tiempo, y creo que sus responsables también lo percibieron así. En plena época de éxito de “Call of Duty”, un juego muy complejo no podía aspirar a ser un superventas. Para la segunda entrega se simplificó todo eso, y en esta tercera se ahondó más aún en ese hoyo. “Mass Effect 3” es muy pobre en lo jugable, es escaso, deficiente, repetitivo... Si es un RPG, lo es a un nivel muy simple. Pero incluso también lo es como juego de acción, solo hay que compararlo con “Gears of War”, al que imita torpemente en muchas de sus mecánicas de acción. Sin quitar valor a su impresionantes apartado gráfico, su fascinante estética y absorbente ambientación, y su curradísimo lore, para mí “Mass Effect” es una trilogía sobrevalorada.

Desarrollador: BioWare Guión: Mac Walters, John Dombrow, Neil Pollner, Patrick Weekes Música: Sascha Dikiciyan, Sam Hulick, Chris Lennertz, Clint Mansell, Cris Velasco Intérpretes: Jennifer Hale, Mark Meer, Kimberly Brooks, Raphael Sbarge, Jessica Chobot, Keith David, Michael Hogan, Matthew Del Negro, Tricia Helfer, Steve Blum, Lance Henriksen, Martin Sheen, Courtenay Taylor, Kym Hoy, Keythe Farley, Yvonne Strahovski, D.C. Douglas, Robin Sachs

CanadáCanadá | 2012 | 38 horas | Videojuego | Acción | RPG | Shooter en tercera persona | Action RPG | Shooter | Vista en tercera persona trasera | Gráficos 3D | Romance | Bélico | AAA |