Resident Evil 2 (2019)
Tras un “Resident Evil 7” en el que Capcom demostró estar en plena forma y dispuesta a volver al survival horror de sus orígenes de la saga, ahora nos presentan el remake de la entrega más aclamada de aquellos orígenes. Si la primera apenas tuvo que esperar 6 años para tener un glorioso remake, a esta secuela le ha tocado esperar 21 añazos. Sin duda la espera ha merecido la pena.
Lo primero que salta a la vista es el evidente salto gráfico con respecto al original. El recurso de los escenarios pre-renderizados que se puso tan de moda en aquella época por las limitaciones técnicas, dan paso a escenarios completamente 3D de una calidad puntera para la tecnología actual. Para ello se ha usado el motor gráfico que ya movió de forma soberbia a la séptima entrega, y que es capaz de poner en escena una ambientación terrorífica y espectacular, aun en tercera persona. Las estancias cerradas en las que trascurre el juego permiten llenar de detalles unos escenario en los que la luz de nuestra linterna crea sombras y reflejos de forma realista. Los gráficos también brillan con esplendor en las secuencias de historia con esos primeros planos de la cara de los protagonistas que se mueven casi como si fuesen reales. Y hablando de primeros planos, el juego se preocupa especialmente por generar en tiempo real una casquería muy explícita.
El paso de los pre-renderizados al pleno 3D poligonal también trae consigo que el juego deje las cámaras estáticas y pase a ser un juego en tercera persona con cámara al hombro. Eso sí, aunque nuestro personaje se mueva más ágilmente por el escenario como si se tratara de “Resident Evil 4”, las sensaciones son como las del “Resident Evil 2” original.
La clave está en como el título juega con los movimientos de nuestro personaje, nuestros recursos, los enemigos y el escenario. Principalmente esos 4 aspectos están encajados para crear terror y angustia en el jugador. Esto hace por ejemplo, que unos enemigos que podían ser vistos como vulgares y comunes, o directamente relleno, se conviertan para mí en los mejores enemigos del juego. Y digo más, los de “Resident Evil 2” son los mejores zombis de un videojuego. Son torpes y lentos, pero si te encuentras con 3 en un pasillo sabes que lo vas a pasar realmente mal. Son duros de matar (y rematar), sin errar ningún tiro de nuestro limitado suministro de munición. Además están situados estratégicamente, lo que unido a las estancias claustrofóbicas transmiten una sensación de angustia muy conseguida. Con estos zombis, que por cierto presentan un aspecto espectacular y variado, apenas se echa cuenta la poca variedad de enemigos del título. Aunque es de agradecer que hayan traído un inesperado invitado de la tercera entrega, que, por cierto, me ha puesto las pulsaciones a 200 en más de una ocasión.
Igual que con los enemigos, “Resident Evil 2” se reafirma como un excelente exprimidor de recursos al sacar máximo rendimiento a su limitado número de localizaciones. El escenario y la inteligente organización del avance es uno de los puntos fuertes del juego, como ya lo era hace 2 décadas. Pasaremos montones de veces por los mismos pasillos y habitaciones, pero el escenario irá evolucionando sumando dificultades, y no nos cansaremos de recorrerlos.
Poquísima munición, un inventario limitado y puntos de guardado muy concretos, distinguen a este como un auténtico “Resident Evil” con una dificultad realmente ajustada. Pero para este renacimiento 20 años después han tenido que rebajar la dificultad por ejemplo, el mapa va marcando todos los puntos de interés y la maquina de escribir no necesita cintas consumibles para guardar partida, al menos en el nivel de dificultad medio.
Sí, “Resident Evil 2” ha evolucionado con este remake, era de esperar con todo el tiempo transcurrido. Por entonces, y seguramente para alargar la duración del juego en una época de recursos limitados, el juego nos planteaba elegir entre dos personajes protagonistas, y una vez acabada la aventura con uno, poder completarla con el otro. En esta ocasión esto vuelve a ocurrir. Pero también veo que han perdido la oportunidad para que, esta vez sí, los caminos de Claire y Leon fueran diferentes y complementarios de verdad. En esa segunda vuelta, veremos elementos diferentes, objetos cambiados de sitio y alguna localización propia del personaje en cuestión, pero en esencia volveremos a jugar el mismo juego con poca variación. Aunque para mí lo peor es que al pensar que ambas historias transcurren paralelas todo se vuelve incongruente.
La otra tara que le veo a este remake es su guion. Ese creo que es otro aspecto que también ha evolucionado en los videojuegos en todo este tiempo, y no solo en su puesta en escena. Ya hay videojuegos que tienen guiones de cine, pero si “Resident Evil 2” fuese una película sería muy cutre. Los diálogos son penosos, los personajes muy pobres, el ritmo de la historia se corta continuamente, y eso que esa parte cinematográfica es minúscula. Y no es por falta de intención, porque noto que le han querido dar un empujón en este aspecto. Pero ya digo, les ha quedado algo de juego menor, lejos de la superproducción del videojuego que es en todo lo demás.
Pese a que este remake se haya quedado a medias por culpa de su poca ambición en revolucionar lo narrativo, “Resident Evil 2” es un más que excelente remake, que engrandece la saga, y al mismo tiempo honra a uno de los títulos más influyentes de la historia del videojuego, conservando sus señas de identidad.
Desarrollador: Capcom Guión: Dairo Chijiiwa, Satoko Tanaka, Yukio Nishimura, Noboru Sugimura, Hideki Kamiya Música: Shusaku Uchiyama, Zhenlan Kang Intérpretes: Nick Apostolides, Stephanie Panisello, Jolene Andersen, Eliza Pryor, Christopher Mychael Watson, Sid Carton, Karen Strassman, Terence J. Rotolo
Japón | 2019 | 20 horas | Videojuego | Acción | Aventura | Shooter en tercera persona | Shooter | Vista en tercera persona trasera | Gráficos 3D | Terror | AAA |