Mario Kart 8 Deluxe (2014 - 2017)
Hace ya más de 2 décadas que Mario y sus amigos protagonizaron aquel revolucionario juego que desplegaba todo el potencial del modo 7 de la Super Nintendo en carreras en la que los items pasaban a ser protagonistas. Unos años después repetirían en Nintendo 64, asegurando diversión para todos los poseedores de la consola que tuvieran 4 mandos y 3 amigos. Pero a partir de entonces he tenido poco interés en la serie. Las veía entregas muy repetitivas y cada vez menos serias, enfocadas demasiado al público infantil
Y es que a estos juegos, cómo es el caso de “Mario Kart 8”, poco importa quién conduce mejor, aquí el desafío es aleatorio, e incluso se beneficia con mejores ítems al que va más atrás para que tenga más oportunidades de adelantar posiciones y que nadie escape de la batalla que se vive en carrera. Hasta tal punto ha llegado esto que ya ni importan los tiempos de vuelta, a excepción de un modo juego para un solo jugador destinado específicamente a ello. Esto denota que para jugar a “Mario Kart 8” hay que cambiar el chip. Aquí la cuestión no es ser más rápido que los demás, ganar es lo de menos. Aquí lo importante es pasarlo bien, y como en compañía la diversión se multiplica, pues ese es su modo estrella, el que le da sentido al juego.
Por todo esto, tampoco sorprende encontrarse que se pueda activar unas ayudas en carrera sin ningún tipo de restricción ni penalización. Estamos hablando de ayudas destinadas a que los menos hábiles, los niños más pequeños, puedan jugar y competir con los mayores, sin necesidad de acelerar o hacer bien las curvas.
Pues si ya tienes con quien jugar, es decir, prácticamente cualquier ser humano nos vale, solo hay que escoger un personaje entre un amplio surtido del universo nintendero, y montar un vehículo con chasis, ruedas y paracaídas.
Después pasaremos a disfrutar de la gran selección de circuitos, 48 en total, lo que es una auténtica barbaridad, viendo el despliegue visual y la variedad que encontramos. Todos sin excepción me han impresionado, son un prodigio de imaginación, con recorridos imposibles, multitud de vida y la ambientación en juegos de Nintendo, incluso alguno traído sin apenas alteración directamente de F-Zero. Cómo es habitual, muchos de ellos son versiones remozadas de entregas anteriores, ideales para nostálgicos. Aunque son fácilmente reconocibles, están rehechos con las nuevas posibilidades de esta entrega, además del más que obvio salto visual. Aparte de los circuitos también tenemos las arenas de combate. Desde mi punto de vista en este modo de juego se vuelve todo muy loco e incontrolable, así que me parece sin duda lo menos interesante.
Ya en carrera, no puede decirse que esta entrega intente rizar el rizo en lo jugable, cómo si hicieron otras entregas anteriores, y simplemente nos propone correr, y combatir con los demás, eso sí, con muchos elementos del escenario que influyen en carrera. En campeonatos de baja dificultad cualquiera puede conseguir buenos resultados, pero en los campeonatos difíciles es necesario controlar a la perfección el derrape en las curvas, que es una técnica avanzada del control que añade una elemento extra al simple manejo del vehículo, y saberse a la perfección los circuitos, sobre todo los atajos. Llama la atención la conseguida sensación de velocidad, que llega a ser extrema en el nivel de dificultad más alto.
Tener buenas estrategias con los ítems también puede ayudar, pero esto puede llegar a ser muy aleatorio, como el comportamiento de los otros corredores. Ahí entra el factor suerte. Al ser un juego de conducción en el que la imprevisibilidad es la norma, y también el secreto para conseguir momentos irrepetibles en las partidas entre varios jugadores.
Por otro lado, esta versión “Deluxe” desbloquea desde el principio todos los circuitos y personajes, así que se pierde el aliciente de jugar para conseguir desbloquearlos poco a poco. Jugadores como yo que nos gusta que nos ponga la zanahoria y nos regalen sorpresas con nuevas opciones poco a poco no tendremos este aspecto, tan solo obtendremos nuevos elementos para crear vehículos. Pero el juego vuelve a demostrar con esto que va a otra cosa, quiere que todos sin excepción puedan disfrutar plenamente desde el principio, por ejemplo alguien que simplemente no quiera jugar circuitos que no le gustan.
Sí, existen modos de un jugador y de multijugador online, pero mire por donde se mire, no tiene mucho sentido jugar de esa forma. “Mario Kart 8 Deluxe” está hecho para disfrutar y competir entre amigos, todos en la misma pantalla. Su verdadero potencial se descubre jugando en compañía, es decir, viéndole la cara al que acabas de estropear lo que creía una victoria segura tirándole un caparazón que le alcanza justo antes de la línea de meta.
Desarrollador: Nintendo EAD Música: Shiho Fujii, Atsuko Asahi, Shinji Hosoe, Ryo Nagamatsu, Yasuaki Iwata
Japón | 2014 | 20 horas | Videojuego | Conducción | Kart racing game | Conducción arcade | Vista en tercera persona trasera | Gráficos 3D | AAA |