Devil May Cry 4 (2008)

Devil May Cry 4 (2008)

Con Hideki Kamiya y Shinji Mikami, los creadores del primer “Devil May Cry”, fuera de la compañía, Capcom lanza esta cuarta entrega para intentar continuar con su éxito en la nueva generación de consolas. Después de 3 primeras entregas bianuales parecía el momento idóneo para dar un cambio de rumbo y proponer cosas nuevas. Sin embargo esta cuarta entrega vuelve a ser un juego cortado exactamente con el mismo patrón. La principal novedad es que en el juego comenzamos controlando a un nuevo personaje, Nero, con el que el clásico Dante tendrá que compartir protagonismo. Nero es un chaval que se siente como la versión juvenil del mismo Dante, también tiene el pelo blanco, viste de rojo y negro, lleva una espada y pistolas… y además irradia carisma y chulería allá por donde pasa. Más allá de lo poco novedoso que es el nuevo personaje, en el argumento le buscan un interés romántico para dar pie a la aventura, cuyo argumento resulta tan estúpido como siempre. Obviamente es solo una excusa para empezar a matar a todo enemigo que se nos pone por delante.

A la hora de jugar con Nero, sí es verdad que cuenta con sus peculiaridades que dan cierto aire de novedad. La principal diferencia con el Dante que ya todos conocíamos es que uno de sus brazos puede absorber unos poderes que nos irán dando nuevas habilidades durante la aventura. El más significativo es el poder desplazarnos enganchándonos a unas orbes flotantes, quizás la gran novedad jugable. En combate también nos servirá para atraer a los enemigos o cogerlos. Otras novedades como la barra de turbo que podemos rellenar pasan más desapercibidas, al menos en mi caso la he llegado a usar en apenas un par de ocasiones.

Aparte, tendremos el típico menú para mejorar al personaje, aumentar sus capacidades o activar distintos combos. Estos podremos reasignarlos al comienzo de cada capítulo, y los activamos con los puntos que obtendremos por combatir bien, usar combos, no recibir daño, etc… También vuelven los típicos objetos para recuperar vida o magia, o subirlas permanentemente.

Pero si algo destaca en esta cuarta entrega es el salto gráfico. El hardware de nueva generación permite nuevos efectos y enemigos más complejos a la vista, pero sobre todo realza aún más el arte del juego, principalmente representado en sus escenarios. Unos escenarios que estarán repartidos en segmentos (entre los que hay un leve momento de carga) e interconectados entre sí, para que podamos volver más o menos libremente para obtener algún extra con las nuevas habilidades. Es decir, como de costumbre, Capcom ha realizado un buen trabajo de reutilización de escenarios como en anteriores “Devil May Cry” o como ha hecho siempre “Resident Evil”. Por desgracia, a partir de la mitad del juego se empieza a abusar del reúso de las fases. Aunque le da algo de variedad que esa parte la recorramos controlando a Dante, la sensación es como si hubiera que pasarse el juego dos veces, y que lo han alargado de forma artificial.

En cualquier caso, con Nero o con Dante, eliminar demonios es tan gozoso como siempre. En los vibrantes combates nos moveremos con soltura, y ejecutar los distintos combos con los que contamos es tan fácil como memorizar 3 o 4 timings de botones. En el nivel de dificultad más alto que tenemos de comienzo se hace muy fácil ir superando el juego sin apenas impedimento o frustraciones. Se nota que el juego está pensado para ser rejugado en los niveles más avanzados de dificultad que se irán abriendo, simplemente por el gusto de mejorar nuestras puntuaciones e ir consiguiendo todas las destrezas del personaje. Aunque tengo que reconocer que a mí me ha motivado poco a ello. Por contra, las misiones secretas, que consisten en superar una prueba rápida de habilidad sí que me han parecido muy difíciles ya desde la primera partida.

Vestigio del pasado, una herencia a estas alturas envenenada de su gestación como nueva entrega de “Resident Evil”, la cámara fija aún muy presente en muchas estancias del juego se vuelve un incordio. Cosas tan simples como intentar atravesar algunas zonas corriendo puede llenarse de momentos de frustración cuando la cámara pasa a enfocar desde un lugar radicalmente distinto y rompe nuestra orientación. Aunque cuando resulta un verdadero fastidio es cuando intentamos superar algunas zonas con plataformas.

En cosas como ese anquilosado uso de la cámara se demuestra la leve evolución que ha tenido el juego desde la primera entrega, aparte del obvio salto técnico. Sin duda “Devil May Cry 4” sigue siendo un juego divertido al repetir una fórmula que funcionaba tan bien. Aunque tampoco hay duda de que a estas alturas ya empieza a dar serios síntomas de agotamiento.

Desarrollador: Capcom Guión: Bingo Morihashi Música: Tetsuya Shibata, Kento Hasegawa, Akihiko Narita Intérpretes: Johnny Yong Bosch, Reuben Langdon, Laura Napoli, Stephanie Sheh, Dan Southworth, Terence J. Rotolo, T.J. Storm, Danielle Burgio, Liam O'Brien, Kate Higgins

JapónJapón | 2008 | 15 horas | Videojuego | Acción | Aventura | Hack and slash | Vista en tercera persona trasera | Gráficos 3D | AAA |