Super Meat Boy (2010)
En 2008, un pequeño plataformas flash de exagerada dificultad salto a la red de redes. Había nacido “Meat Boy”, fruto del trabajo independiente de Edmund McMillen y Tommy Refenes, y su amor por los clásicos de 8 y 16 bits. En 2010 desembarca comercialmente su secuela con las mismas ideas pero reescaladas hasta lo inimaginable, “Super Meat Boy”. En este titulo la jugabilidad es la clave y sobre la que sustenta todo lo demás. El sistema de juego es simple y directo, tenemos un personaje que debe llegar hasta un punto de la pantalla esquivando un montón de peligros. Las vidas son infinitas, pero nos obliga a recomenzar de forma inmediata el nivel, niveles que por otro lado son muy cortos (desde pocos segundos hasta un minuto) y muy numerosos. Pero esto sería un camino de rosas si no fuera por la inmensa dificultad que nos obliga a ajustar saltos imposibles, a aprendernos coreografías milimétricas, repetir niveles hasta decir basta, maldecir el juego a los cuatro vientos y en el fondo adorarlo. Ahí, entra en acción la curva de aprendizaje, lenta, a veces demasiado, y las grandes satisfacciones cuando terminamos los niveles que se nos atragantan. Un juego con una jugabilidad a prueba de bombas, que innova en un género clásico, se convierte en referencia y promete vicio enfermizo para los más masoquistas.
Desarrollador: Team Meat Música: Danny Baranowsky
Estados Unidos | 2010 | Videojuego | Acción | Plataformas | Vista lateral | Scroll 2D | Gráficos 2D | Pixel art | Indie |