Bloodborne (2015)
Los malditos diseñadores de “Demon’s Souls” y “Dark Souls”, extienden sus garras en un nuevo título, esta vez exclusivo para PlayStation 4. Esas franquicias antes mencionadas son mundialmente conocidas por su endiablada dificultad, y el nuevo juego sigue en esta línea. Es más, la jugabilidad de “Bloodborne” está construida en base a esa excesiva dificultad, morir es parte de la forma de avanzar en el juego. En un primer momento esto nos lleva a vivir experiencias que pocos juegos han explotado. La ambientación es terrorífica, pero el verdadero miedo está en otro lugar, es psicológico, es el miedo a morir, perder nuestros avances, el miedo a lo desconocido, a lo que hay unos pasos más allá. Para mí ese es el miedo real en los videojuegos.
Por desgracia, con el avance del juego y la evolución del personaje, la dificultad se trastoca. Eso unido a que perdí el miedo a morir, me hizo pasar a dominar el juego, e incluso me daba igual perder lo conseguido porque avanzar solo es cuestión de tiempo. Es decir, conociendo el juego y sus mecánicas tras tantas horas, el tramo final se hace muy monótono. Aunque eso sí, hasta el final sorprende la ingente cantidad de enemigos diferentes, incluso jefes finales. Enemigos venidos del mismísimo averno, parajes tétricos, majestuosa arquitectura gótica.. los diseños de enemigos y escenarios son sencillamente extraordinarios, lo que apoya la portentosa ambientación, gracias también al notable apartado gráfico. “Bloodborne” es un juego que me ha sorprendido, es como el clásico “Devil May Cry”, pero en un mundo expandido y con un avance de personaje, y por supuesto, mientras me ha durado, con terror de verdad.
Desarrollador: FromSoftware
Japón | 2015 | Videojuego | Acción | RPG | Soulslike | Action RPG | Hack and slash | Metroidvania | Vista en tercera persona trasera | Gráficos 3D | AAA |